A menudo aparecen programas por la televisión donde
muestran diferentes tipos de casas (estilos arquitectónicos, decorativos…). Las
familias abren las puertas de sus casas y nos invitan a saber cómo es ésta,
dónde viven y cuál es el estilo de vida que llevan. A partir de aquí, podríamos
inferir qué tipo de familia vive en esa casa.
En este artículo partiremos del continuo familia
desligada-familia aglutinada, tomando la casa como una metáfora perfecta
para saber cómo puede ser una familia. Es decir, podemos clasificar a las familias
según el grado de cohesión entre los
diferentes subsistemas familiares (parejas, hermanos/as, padres).
El siguiente caso, muestra algunas características
de lo que puede ser una familia
aglutinada:
Se presenta un hombre de aproximadamente unos 40
años, trabaja en el sector de la hostelería y restauración, no tiene pareja ni
tampoco hijos, vive junto sus padres y hermanos.
Invita a entrar a la gente del programa, justo a la
hora de comer. Es la casa de la familia Rodríguez Casado. Aparece una gran
mesa, están sentados el padre, la madre y sus dos hermanos, que tienen unos
30-40 años.
También aparecen dos primos, de parte de la madre,
que vienen cada día a comer con ellos. Durante el reportaje, llaman por
teléfono varias veces a la madre, son sus hermanas. Además tocan al timbre de
la casa: se añade al café otra de las primas, hermana de los dos que estaban
comiendo con ellos.
La reportera pregunta si es normal tanta gente, toda
la familia sonríe y comentan que eso es su día a día, por la casa entra muchísima
gente. Para ellos esto es lo más normal, se sienten orgullosos de toda la gente
que va y viene.
Comentan que la familia va ante todo, juntos hacen
una buena piña y su unión da la fuerza suficiente para tirar hacia delante. Precisamente,
es por este motivo que ningún familiar de los Rodríguez Casado se ha
emancipado. Los hermanos comentan que se encuentran muy a gusto en casa de sus
padres y no ven ninguna necesidad de partir. El hermano pequeño comenta que
tiene una pareja y que le está presionando para irse a vivir juntos, pero él de
momento le está “dando largas”, comenta riéndose que “como en casa en ningún sitio, ¡¡claro que sí!!”, mientras el resto
de la familia asiente
Muestran la casa, es la hora de hacer el “tour”. Empiezan
por un recibidor muy grande, comedor con una mesa enorme con muchas sillas, una
cocina con barra americana que conecta
con el comedor, para ir hablando mientras uno cocina. Continúan por tres
habitaciones, las cuales ninguna de ellas tiene puertas, sino que son cortinas,
la única habitación que tiene puerta es la del baño. En una duermen padre y madre,
en la otra los dos hermanos (litera) y en la última duerme el protagonista,
pero es una habitación que se utiliza de “multi-usos”. En ésta, aparece un
escritorio con un ordenador y también algunos aparatos para hacer ejercicio
físico, ambos objetos son utilizados por todos sus miembros.
La gente del programa realiza preguntas sobre la estructura
de la casa y su funcionamiento. Como curiosidad preguntan por qué motivo no hay
puertas en la casa. Toda la familia comenta que no las necesitan porque para
ellos no existen los secretos, así como tampoco necesitan tener espacios de
intimidad o privacidad, en su familia todo es de todos. Los secretos y las confidencias se comparten, no hay espacios para la
intimidad ni para momentos de soledad.
Lo que hemos podido observar en este ejemplo, es que
el sistema familiar compuesto por diferentes subsistemas (subsistema fraternal,
subsistema paternal) no muestra límites
claros entre ellos. Para que estos subsistemas puedan ser funcionales, es
importante que cada miembro cumpla la función que le corresponde y, sobre todo,
se establezcan límites y fronteras. Hemos podido ver que, de manera metafórica,
la casa no muestra límites físicos, no existen puertas y todos comparten los espacios.
Precisamente, en la familia de los Rodríguez Casado se
puede ver cómo queda todo muy difuso, todos participan y se mezcla todo entre
ellos. Aquello que pueda afectar a un individuo de la familia, afectará al
resto. Cuando un miembro tiene un
problema toda la familia se moviliza y empatiza en exceso.
Un aspecto a
tener en cuenta es que ningún familiar se va de casa, no ejecutando las etapas
del ciclo vital. En este caso me refiero a la etapa de emancipación. Aparecen
sentimientos de lealtad, ayuda mutua y, sobre todo, un grado excesivo de sentimiento
de pertenencia familiar, no ejecutando el proceso de emancipación, propio de la
edad adulta de los tres hermanos.
A modo de conclusión, diremos que la casa donde vivimos puede ser
el reflejo de cómo se establece y qué estructura
tiene nuestra familia. Os invito a que empecéis
a observar y analizar la vuestra. Pensad que éste, la familia aglutinada, es el primer
concepto de muchos.
BIBLIOGRAFIA:
Minuchin,
S. (2001). Familias y terapia
familiar. Editorial Gedisa.
Marta
Orcera Duel